viernes, 18 de diciembre de 2009

CARTA AL PRINCIPITO por Ildefonso Gómez Sánchez

                                                                                                                      A Mari Trini, mi estrella.

CARTA AL PRINCIPITO

Esta carta, si fuese niño,
sería una carta a los Reyes,
a los magos de Oriente, pero
vengo de vuelta de mil decepciones
y unas cuantas derrotas
y ese niño se perdió una noche...
y dejo esta misiva al pie de una duna
de la playa de Bolonia, junto a Tarifa:

No se ve lo que es importante.

Palabras blancas escritas
con polvo de la cola de un cometa,
aptas para iniciar el vuelo
y traspasar la frontera,
donde se pierden falsedades
y la risa de ese niño resuena
con el titilar de las estrellas,
más allá de las alturas.
Sus por qués aún resuenan...
miro hacia lo alto y busco,
con la impaciencia de quién sabe;
mis torpes ojos ni tan siquiera
adivinan su milimétrico terruño
y sé que en línea recta se encuentra,
pero no averiguo el par de coodenadas.

Intento recordar torpemente
la escena de aquella noche.
Ambos sentimos miedo,
recuerdo su sonrisa,
la tibieza de su cuerpo.
Esta noche... su estrella
estará sobre mí...
como en aquel entonces.

No se ve lo que es importante.


Cierto y esta noche vuelvo
para contemplar de nuevo
lo inmenso que es el cielo.
Tengo necesidad de consolarme.
¡Qué alegría el haberte conocido,
qué tristeza el no estrechar tu mano!
Fue una mala jugada, pero es un lujo
por la noche, oír como ríen las estrellas.
Desde entonces nada es igual.

La risa de tu risa
           de tu flor
           de tu estrella
borrarán cada noche,
              cada año
todas las tristezas…

Sabes que me prometiste un regalo,
fresco... como el agua
y aún espero...
en el más bello y triste
                                  de los paisajes.

                      Ildefonso Gómez Sánchez
                             17/XII/2009